Tras su derrota contra Black Freezer y, luego de seguir entrenando en el planeta de Beerus, Vegeta continuó centrándose en su objetivo de perfeccionar al máximo su Ultra Ego.
Con la mente puesta en el poder de Kakarotto Migatte no Gokui, Broly Full Power y el sobrecogedor nuevo estado del emperador del mal, Vegeta sabía que debía solucionar las carencias de su nueva forma.
Empezó meditando para deshacerse de pensamientos superfluos, hasta que finalmente logró pensar únicamente en destrucción sin necesidad de sufrir daños físicos, consiguiendo así que el Ultra Ego fuera mucho más práctico en una batalla.
Llegado el día, Freezer apareció y puso de nuevo contra las cuerdas a todo el mundo, incluyendo a Gohan Bestia y a Orange Piccolo.
Ya no quedaba nadie más en pie cuando Freezer gritó que por fin acabaría con los últimos restos de los saiyajin que dejó con vida.
En ese momento la mente del príncipe se llenó de ira y resentimiento para, finalmente, convertirse en puro afán de destrucción.
Su ultra ego se perfeccionó en plena batalla y, tras varios golpes que dejaron a Freezer malherido, cerró el círculo de su mutua historia personal con un hakai que borró su cuerpo y su alma de la existencia para siempre.
Freezer fue definitivamente derrotado por el gran príncipe de los saiyajin, Vegeta-sama.